Para lograr una depilación perfecta, a veces no vasta sólo con remover la vellosidad y listo. Para que nuestras piernas (y cualquier otra parte del cuerpo que queramos depilar) luzcan radiantes, tenemos que tener en cuenta otros factores de belleza y de salud. Principalmente, si nuestra piel no es saludable, por más de que no tengamos vello dará una imagen anti-estética.
¿De qué sirve tener la piel bien depilada, si tenemos celulitis, manchas, cicatrices o granitos?
Darle prioridad a nuestra salud es lo más importante, y para ello debemos prestar atención a nuestros hábitos alimenticios, realizar ejercicio físico, no tomar alcohol, no fumar, hacer deporte evitando el sedentarismo, protegernos de los rayos solares y tratar de alguna manera las erupciones, manchas y marcas que podamos llegar a tener.
Por otro lado, existen muchos métodos de depilación y es importante que busquemos el que mejor se adapte a nuestro tipo de piel. Debemos saber el grado de resistencia que tiene y en base a ese conocimiento elegir el menos invasivo. No es igual la depilación con cera, que la depilación con crema o cuchillas.
Para ello debemos tener en cuenta el grado de sensibilidad e hidratación que tenemos por defecto. Además, podemos complementar el sistema que elijamos utilizar con ceras especiales, cremas y aceites que nos ayuden a lidiar con los problemas más específicos de nuestro cuerpo.
Y por último, más allá del método que utilicemos, cuando nos depilamos en casa hay un factor al que no le solemos prestar atención y tiene gran influencia en los resultados finales de nuestra depilación: la iluminación.
A veces las luces brillantes e intensas generan un reflejo sobre nuestros vellos que hacen que no los veamos con claridad, entonces, podemos confundirnos y creer que algunas zonas ya están depiladas cuando no lo están. ¿El resultado? Una depilación completamente despareja e irregular.
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