Los aceites esenciales son sustancias químicas naturales que se encuentran en los tejidos
vegetales, que podemos obtener a través de técnicas de extracción para
utilizarlas de múltiples maneras. Cada planta tiene sus propiedades medicinales
y cosméticas propias que podemos aprovechar si extraemos estos aceites de sus
hojas, flores y tallos.
Desde la antigüedad, estas técnicas han sido utilizadas
con fines terapéuticos tanto físicos como emocionales, y de hecho, muchos de
los conocimientos científicos que tenemos en la actualidad respecto a estos compuestos
han sido transmitidos de generación en generación desde hace siglos.
Los usos y
propiedades de los aceites esenciales dependen exclusivamente de la planta de
la que los obtengamos. Por ejemplo, algunos pueden servir para tratar el acné
(como el aceite esencial de limón, el de tomillo, romero o naranja dulce),
otros pueden ser analgésicos y antiinflamatorios (como el aceite esencial de
manzanilla romana o el de árbol de té), o tener propiedades sedantes (como por
ejemplo el aceite esencial de jazmín).
Sin embargo, algunos expertos aseguran
que todos los aceites mantienen ciertas características en común que vendrían a
constituir una base sobre la cual, después, cada aceite agregará sus
propiedades específicas.
Estas características son:
•
Efecto
antibiótico
•
Antisépticos
•
Antivirósicos
•
Propiedades
inmuno-estimuladoras
•
Mejoras en
la actividad sanguínea y linfática
•
Equilibrantes
de emociones
Por otro lado, para
lograr los efectos deseados, podemos mezclar diferentes aceites tanto como para
potenciar un efecto en particular como para lograr varios resultados a la vez.
Pero cabe destacar que algunos aceites no son compatibles entre sí, puesto que
su combinación provoca que sus propiedades se contrarresten.
RECUERDA....
Para lograr lo efectos deseados puedes combinar varios aceites esenciales, aprovechando las propiedades de cada uno. Pero ten cuidado con las mezclas porque puede que sus efectos se contrarresten.
Un ejemplo de
combinación que podría resultar exitosa sería mezclar aceite de jazmín con
aceites de naranja dulce, sándalo, y menta. Este compuesto, gracias a la
combinación de propiedades, nos ayudaría a resolver problemas en la estructura
de la piel.
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